No queriendo perder el espíritu de un pueblo el cual, una de sus formas que tiene para manifestarse es su vestimenta, el Grupo Tradicional Gavilla, viendo cómo iba perdiendo pureza en detrimento de su propia identidad, se preocupó por la recuperación de nuestras formas de vestir, ya que aunque siempre con aires de una austeridad, se compensan con una suntuosidad, riqueza y vistosidad.

Esa preocupación dio su fruto, recuperando diferentes trajes de toda nuestra provincia, desde la Sierra a la Ribera del Duero, así como los de la Vega del Pas de la Zona Norte.

INDUMENTARIA DE MUJER

Descubrimos que muchas familias guardaban aún, amorosamente las prendas de la indumentaria de sus mayores y nos las mostraron.

  • Camisas de lino, largas y amplias, con o sin bordados, como único adorno, diminutos plieguecillos que recogen el ancho de la manga en el puño y la pechera. Los botones hechos de hilo.
  • Los corpiños, jubones o justillos que sobre la camisa se ponía la mujer. Unos con mangas, otros no.
  • Los fuertes manteos o sayas de lana, de colores, azules, encarnados y verdes, bordeados con una sencilla tira, o con adornos horizontales o picados de paño negro;. Todos gran vuelo, aunque en la parte delantera queda más lisa y tiene una pequeña abertura para poder vestirse y al mismo tiempo llegar a la faltriquera, que se colocaba dentro o sobre la falda si era lujosa o bajo el mandil.
  • El mandil de tela de algodón más o menos fino, con puntilla, o con tenues adorno de calados. Con sencillos dibujos de líneas quebradas en color, o claros, si quien lo usaba era las más jóvenes.
  • Los refajos, son varios los que en ocasiones llevaban debajo de los manteos o saya encimera, llamadas también falda barrera.
  • Pañuelos: merino, de pico, de mil colores, negros con bordados florales, marrones, granates…. Las casadas atados arriba, las mozas bajo la barbilla y las más viejas al moño, siempre diferentes bien sea en la Ribera, Sierra o Montaña.
  • Las medias, las mozas las llevaban de un color diferente, las casadas azules, tejidas con lana, en lo que se denominaba la hila, sobre las medias los escarpines o chapines también de varias formas y colores.
  • El calzado, es variado, igualmente dependiendo de la zona, almadreñas, o madreñas, alpargatas, botas, galochas, albarcas, etc.
  • Los complementos, collares o lo que denominaban gargantillas de coral o de azabache, y los pendientes de calabaza, de aro o de piñorra, etc.
  • La manteleta, mantilla de cinchón o de toalla, o el capillo, que son prendas propiamente de fiesta o de ceremonia, negra de raso, terciopelo, seda natural, brocada o de lana, y generalmente en el centro, sobre la frente aparecida una pequeña borla negra, con excepción del capillo pasiego, totalmente diferente.

 

INDUMENTARIA DE HOMBRE

  • Los pantalones de sayal negro, chalecos, chaquetillas o blusa de carretera de paño, negros generalmente y la chaqueta con cuello y solapas de paños. Siempre con el calzón por debajo.
  • Sombreros de copa, de rueda, adornados con cintas o no, monteras, el palanco, o sombrero de velludo, cubre la cabeza masculina, o porque no el pañuelo de trabajo.
  • Las fajas de lana, azules, rojas, blancas y negras con las que rodean su cintura.
  • Camisa de lino.
  • Las medias, generalmente negras, con los escarpines altos o bajos, junto con el correspondiente calzado, dependiendo de la zona.
  • La capa castellana que cubre los hombros del hombre en cualquier ceremonia, obligatoria en determinados acontecimientos, como bodas o en zonas determinadas que la cambian por la anguarina.
  • También dependiendo de la zona el hombre recarga su vestimenta luciendo determinados adornos y pañuelos en bolsillos y cabeza.